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  • Foto del escritorNereafamilia4

Una realidad, un aborto mi historia

Esto es una historia personal mía, en la cual me he armado de valor para poder contar a gente que no conozco, pero que por desgracia muchas personas pasamos por ello.



La llegada de un bebé es la etapa más bonita para una mujer, en el momento que te haces el test de embarazo y sale positivo, aparece esa sonrisa que ya no se te borra, en cuestión de minutos piensas ¿cuándo podre ver a mi bebé? Acto seguido empiezas a ponerle nombre como garbancito (ese fue mi caso), vas sumando las semanas y deseas que aparezca esa tripa tan bonita, de las cuales las mujeres nos sentimos orgullosas.

Vas a la revisión, pides cita a la matrona y vas planeando como va a cambiar tu vida, tu marido se vuelve más cariñoso más atento, todos te cuidan, estas en una gran nube y lo proclamas a los cuatro vientos VOY A SER MAMÁ.


Empiezas a decir cómo quieres que sea la habitación, tu mente no te deja pensar en otra cosa, solo piensas en todo lo que va a venir y en cómo va a cambiar nuevamente tu vida.

Luego das gracias por ser mujer por tener el don de dar vida, irradias felicidad, esa es la verdad, dos corazones en un mismo cuerpo, uno más pequeño latiendo dentro de ti.


Pero… aquí viene el pero, un día vas a la revisión rutinaria y te dan una noticia en mi caso me dijeron que mi bebé o estaba de menos semanas o que el embarazo se había interrumpido.

Una madre sabe cuando algo no va bien y yo sabía que ya no iba bien, nada más salir de la revisión, me puse a llorar porque sabía lo que iba a pasar, pero intente aferrarme a cualquier cosa para creer que estaba de menos semanas incluso me lo llegue a intentar creer.


Cuando fui al médico nuevamente me dieron la mala noticia, me dieron dos opciones, la primera unas pastillas que hacía que poco a poco expulsara a mi bebé o hacerme un legrado.

Luego me dijeron que por el tiempo de embarazo las pastillas estaban descartadas y que tenían que hacerme un legrado.



Recuerdo perfectamente que esto fue un viernes, me dieron 2 días para despedirme de mi bebé, me citaron el lunes a las 16:30 y tenía que ponerme una pastilla una hora antes de ir para dilatar.

Me pase todo el fin de semana abrazando mi barriga, llorando, diciendo que volviera a latir su pequeño corazón, pero no ocurrió.


Me culpe de todo, pensé que era culpa mía. Cuando sale positivo nunca jamás se te pasa por la cabeza la palabra aborto, en mi caso es que no me lo imaginaba.


Me preguntaba qué porque a mí, me decía que porque me lo habían enviado si me lo iban a quitar, no entendía nada, simplemente no estaba preparada.

Le pregunte a los médicos porque había ocurrido y lo único que me dijeron que los abortos son más normales de lo que nos imaginamos.


Finalmente el día 22 de diciembre me quitaron a mi bebé, no puedo decir que lo perdí, porque pienso que unas llaves se pierden pero no un bebé mi bebé.

Lo pase muy mal cuando antes de entrar en quirófano me pusieron en una sala donde escuchaba el corazón de los demás bebés pero el de mi bebé no, sabiendo que un rato ya no formaría parte de mí.


Estuve dos o tres días sin apenas comer, llorando, diciendo que porque me había pasado a mí, y sin explicación, tan solo que son cosas que pasan, o la típica frase la naturaleza es muy sabia.

Los días se me hicieron duros, por la fecha en la ocurrió, por lo que me había pasado, y porque no sabía qué hacer ni cómo reaccionar, y somos nosotras las mujeres la que hemos llevado a nuestro bebé, por tanto mi marido lo paso mal, pero yo me sentía como si él no me entendiera, recuerdo que él me decía que era un proyecto que no había salido bien. ¿Un proyecto? Es o era mi bebé no un proyecto.


Me puse a leer páginas, foros, no era la única mujer que había pasado por un aborto, es cierto que me sorprendió la cantidad de personas que han pasado por esto. Luego al enterarse muchas amigas me comentaron que ellas también habían pasado por ello. Me informe de lo que era un niño arcoíris, es cierto que hablar con otras mamas aunque no te conocían me reconfortaba.

Me sentí muy arropada por toda mi familia y amigos, algunos no sabían que decirte, yo solo tenía ganas de llorar.


Ya han pasado 2 años y 3 meses, pero creo que es una cosa que no olvidas fácilmente por no decir que siempre lo recordaras, sí que es cierto que ahora tengo a mi segundo bebé, cuando también es cierto que existen mamás que tienen abortos y no tenían a ningún bebé, yo tenía a mi hija pequeña que ahora es la hermana mayor.



Solo puedo decir que creo que después de este duro golpe, la gente tiene que entender que aunque no lo haya podido conocer le amaba mucho, mi cabeza ya tenía todo pensado y planeado, por tanto las personas tienen que saber que necesitas tus días de duelo, necesitas llorarle porque estaba llena de ilusión y de esperanza.


Un aborto es una perdida, yo no pude disfrutar de mi bebé, no pude ponerle nombre, no pude saber si era niño o niña, a veces pienso que es mejor, pero las lágrimas en mi corazón están, aunque ahora no hable de ello.


Recuerdo que ponía buena cara para que no se preocuparan por mí, aunque también reconozco que no lo conseguía, y solo pensaba en que el tiempo puede curar esa herida tan grande para mí. No la ha curado, porque lo sigo recordando, porque cada 22 de diciembre sé que mi bebé dejo de formar parte de mí.


Solo quiero comunicar a todas las mujeres que han pasado por esto que los hombres también lo pasan mal pero a su manera, yo por ejemplo atacaba a mi marido porque no le veía llorar, no le veía que lo pasara tan mal como yo, ahora entiendo que él lo pasaba mal pero intentaba hacer ver que estaba bien para que yo no me sintiera mal. Por tanto habrán maridos que estén a tu lado arropándote y otros que estén intentando hacerte salir de casa y sonreír, intentaran haceros bromas que os de ganas de decirle si está bien y etc…


Y en los foros que he podido leer las mujeres se desahogan contando sus experiencias y se sienten mejor y si tienes esa necesidad hazlo, porque esas mujeres han pasado por lo mismo.

Contarlo, desahogaros, llorar, hablar, reír pero no os lo guardéis para vosotras.

Es un episodio que por desgracia nos ha tocado vivir, pero hemos de superarlo, ya vendrá otro bebé cuando tenga que venir, en mi caso vino, recuerdo que me decían mujer legrada al año preñada, pues sí que es cierto, ahora tengo a mi segundo bebé que quizás no estaría aquí si no hubiera ocurrido lo que ocurrió.


También para seros sinceras tengo que decir que desde el día 22 de diciembre antes de irme a dormir le doy las buenas noches, pienso en mi garbancito, pienso que si dicen que los 3 primeros meses son los más peligrosos debería haber más controles, pienso que deberían darme una explicación de lo que sucedió, pero esto ya ha pasado y no puedo hacer nada, solo darle las buenas noches cada día hasta que el tiempo me permita esta mejor realmente, porque solo las mujeres que hemos pasado por esto sabemos por lo que pasamos, las demás nos dirán que tranquilas, pero no es malo acordarte de él o ella, no es malo recordarle y no es malo tener envidia de cuando ves una barriga y piensas en que tu estarías así, porque eso es nuestro duelo, es nuestra manera de sentir, es nuestro sufrimiento como madres.



Ahora no tan constantemente le sigo dando las buenas noches, pero en nuestro día, ese día me sigo abrazando la barriga y pienso que quizás en un futuro me lo vuelvan a enviar.

Luego vienen los miedos, quieres quedarte embarazada te vuelve a salir positivo y tienes miedo de que vuelva a pasar, y yo pase por esa etapa, pase por ese miedo, pase por el no querer decir que estaba embarazada nuevamente hasta saber que todo iba a ir bien, por tanto primero pensar en que estáis bien psicológicamente. Ese miedo es totalmente normal, es un sentimiento que nos ocurre a todas.


Tendréis miedo, pero disfrutarlo, porque va a ir bien seguro.

Espero que os haya gustado ya que es mi opinión, mi crónica sobre mi perdida y son palabras que han salido solas, llenas de sentimientos.

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